Wether you like it or not.



"It is clear that I must find my other half. But is it a he or a she? What does this person look like? Identical to me? Or somehow complimentary? Does my other half have what I don't? Did he get the looks? The luck? The love? Were we really separated forceably or did he just run off with the good stuff? Or did I? Will this person embarass me? What about sex? Is that how we put ourselves back together again? Or can two people actually become one again?"

-Hedwig-

Ser gay está de moda. Eso a veces me molesta, parece que se hubiese convertido en un grito de rebeldía disfrazado de búsqueda de identidad. Yo soy gay y siempre he pensado que más que una inclinación sexual, la homosexualidad es una identidad, una religión,una cultura, un credo, producto de diversos elementos. Capaz uno nace gay (tal y como estaban investigando en Suiza o como el niño de "Ma vie en rose") pero no se puede negar que el entorno familiar y social, el período de descubrimiento sexual durante la infancia e incluso el entorno cultural o experiencias traumáticas pueden influir en la sexualidad. Pero no, ser gay es trendy, o al menos ser multitasking.

El movimiento Queer nace en las calles de Nueva York a finales de los 80 y principios de los 90, como respuesta de las discriminaciones hacia los homosexuales, su estandarte principal era oponerse a las diversas agresiones (físicas, verbales, psicológicas) a los que se veían expuestos los homosexuales, a su vez estaba en contra de las etiquetas sexuales impuestas en la sociedad: heterosexual, homosexual, hombre, mujer, esposo, esposa. En otras palabras, como dijo Morrissey, que el ser humano no debería declararse como heterosexual u homosexual, simplemente "sexual".

El movimiento Queer tratando de darle un espacio a los homosexuales dentro de la sociedad, proponía la igualdad y el orgullo, rompiendo los esquemas y las limitantes que le impedían al homosexual tomar una posición activa dentro de su entorno social, cultural, político, étnico, religioso y demás. A su vez, y posiblemente como resultado de tantos años de discriminación, se oponían a ciertos elementos determinantes de la sociedad, como el concepto de "familia", lo que tal vez haya hecho que el movimiento en cierta forma se resquebrajara, alejando adeptos en vez de ganarlos. Sin embargo, ahora en pleno siglo XXI y en lo que va de la primera década, la homosexualidad goza de una mayor aceptación y entendimiento (a menos que seas afgano) aunque aún queden gigantes rastros de intolerancia, discriminación y tabú.

Hedwig & the Angry Inch (2001) es una película del actor/director estadounidense John Cameron Mitchell, quien más tarde se daría a conocer mundialmente por su película "Shortbus". Esta, su ópera prima, no gozó de la publicidad de su sucesora pero fue alabada por la crítica e incluso el gremio, otorgándole a Cameron Mitchell una nominación al Globo de Oro como Mejor Actor en una comedia o musical y varios premios en el Festival de Sundance, entre otros. Aunque pareciera a simple vista una película del New Queer Cinema, llena de maquillaje, glam y travestismo, Hedwig es mucho más que eso, una ópera rock que encierra una curiosa visión de un ser humano obligado a tomar medidas extremas para sobrevivir, una búsqueda constante de sueños, un retrato de un personaje cuya sociedad, familia, música y entorno político influyeron en su identidad sexual, buscándose siempre a sí mismo y a los demás, buscando para aceptarse.

Para empezar Hedwig nace en Alemania Oriental el mismo año que erigen el muro de Berlín, hijo de una alemana un poco inestable y un soldado americano creció en la parte socialista del país, limitado de muchas cosas durante su crecimiento decide buscar refugio en una emisora americana, escuchando a los íconos del glam rock y el pop, siendo así David Bowie, Iggy Pop, Nico, entre otros, los amigos imaginarios del pequeño. Obviamente durante su crecimiento se vio de cara a posturas políticas, fenómenos y limitaciones sociales, creencias religiosas, figuras andróginas, problemas familiares, abusos sexuales, haciendo que se encapsulara más y más en sus ídolos, y formando su inclinación sexual. Hedwig es gay, es gay desde chiquito pero no decide ser transexual, durante su adolescencia conoce a un soldado americano, que confundiéndolo con una mujer se enamora de él y más tarde le propone matrimonio, sólo que para sacarlo de Alemania Oriental debe "lucir completamente como una" así que deberá prescindir de una pequeña parte de su cuerpo, convencido por su novio y con la ayuda de su madre (movida por el interés de salir de Alemania también) decide quitarse esa parte de sí, quedando con un pequeño residuo al que él llama "the angry inch".

De esta manera nos encontramos con un Hedwig adulto, un Hedwig homosexual pero transexual a juro, transexual por la necesidad de salir de su país, por buscar el amor y la libertad, perdiéndolos luego, y así decide buscarse a si mismo en un mundo decadente y onírico, rodeado de personajes movidos por situaciones extremas como él, discriminados y desesperados como él. Hedwig es pasional, tiene una teoría curiosa y mitológica de la sexualidad, no es un héroe, es el niño que escuchaba canciones rock en un radio am con la cabeza metida en el horno de la cocina, convertido en mujer ahora. Hedwig cree en el matrimonio aunque descubre después que es sólo una institución, cree en la sociedad aunque le de la espalda, se aferra a los sentimientos aunque sea traicionado, cree en la religión aunque no lo acepte, en la justicia aunque tenga que buscarla con sus propias manos y en el amor aunque parezca no conseguirlo, sobre todo cree en sí mismo aunque no sepa si es hombre o mujer, y siempre se busca, aunque su verdadero ser esté escondido bajo las pelucas y el maquillaje.

Este es el verdadero Movimiento Queer, el que no busca una identidad sexual, sino una identidad humana. Así les guste o no.





1 comentarios:

Carlos Balbás Espín dijo...

En los últimos dos días me he dado cuenta que algunos de los twitteros más interesantes que sigo son gay, incluyéndote. Yo no lo soy, pero defiendo recalcitrantemente los derechos de la gente LGBT; hey, después de todo:

a) Mi serie favorita es "Six Feet Under", que entre sus personajes principales incluye a quienes son posiblemente la pareja homo más realista de la TV.
b) Creo que "Brokeback Mountain" fue la mejor pelíicula de 2005.
c) Estudio en una Escuela de Artes.

Un par de cosas respecto a tu ensayo. Si crees que "que más que una inclinación sexual, la homosexualidad es una identidad, una religión,una cultura, un credo", evidentemente algún día tenía que ponerse de moda, como la Cábala, comer sushi o el dadaismo. Yo difiero contigo, pues pienso que la homosexualidad como nicho es más producto de la adaptación: al ser excluídos del resto de la sociedad, los gay sólo se tenían unos a los otros.

Lo otro es que ya se da por hecho que se nace homosexual y, para arrechera de los conservadores, no es una opción. Y precisamente por ser innato es que no se puede "curar".

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