Mamá Frida


"Mira que si te quise fue por el pelo,
ahora que estás pelona ya no te quiero"

Una noche soñé que Frida Kahlo y Diego Rivera eran mis padres.
En el sueño mi mamá Frida lloraba desconsolada porque papá Diego la había dejado, yo recostaba mi cabeza en su regazo, jugaba con sus faldas estampadas y acariciaba sus piernas, luego salía corriendo a una cantina, conseguía entre una multitud a Diego, lo tomaba de la mano y lo llevaba a casa para que Frida fuese feliz.
Cuando él se sentaba junto a ella y la abrazaba muy fuerte, cuando el elefante abrazaba a la paloma, yo desde la puerta miraba calladito, procurando no hacer el menor ruido y en el sueño, sentía sólo tranquilidad, esa que sólo se consigue en la sonrisa de mamá...
...y desperté, en la oscuridad sólo estaba el cubo mágico de Frida y Diego que tengo en mi mesita de noche.
De esas cosas que se quisieran repetir.



Mis seis grados de separación con Frida:
1-Ver a los 6 años "Unos cuantos piquetitos" en un libro viejo de mi casa.
2-Chavela Vargas y Julie Taymor.
3-Las conversaciones con Oriana.
4-La postal que me regaló Marian (de la que más nunca supe nada).
5-El cubo mágico de Frida y Diego que Reina me trajo de México.
6-Esa vieja maña de cortarme el pelo cuando me deprimía. Pubertario.

That's what I call music.


Cuando yo era chiquito, tenía 11 años, corría el año de 1997 y vivía en San Antonio del Táchira, en el mundo musical pasaban cosas hermosas y las emisoras en mi pueblo perdían el tiempo poniendo vallenatos. Para mi fortuna, y antes de morir de inanición musical, apareció en el dial fronterizo la Mega de Cúcuta, que si bien, durante la semana era medio malaza, porque si te ponían Aerosmith, luego eran capaces de lanzarte Mickey Taveras, sin embargo los domingos a las 6 pm hacían una transmisión del "American Top 40", yo con el poquito inglés que machucaba y había aprendido de manera autodidacta, conocí a un gentío y era feliz durante las cuatro horas que duraba el programa.

El American Top 40 era como mi Where the wild things are, era saber que había un mundo fuera de los 40.000 habitantes de San Antonio y que cuando lograra salir de ahí me iba a ir escuhando mejor música que los 39.999 restantes. Además tenía rituales, me ponía los audífonos para entender mejor, para que no me molestaran, había hecho mis tareas desde el sábado para estar desocupado, tenía cuatro hojas de papel en las que había anotado la fecha, las había numerado y anotaba semana por semana las canciones que estaban dentro del chart, con sus respectivas simbologías de cuales subían, cuales bajaban, cuales entraban y cuales se mantenían en el mismo lugar.

Para esa misma época existían también los discos "Now. That´s what I call music", pero los verdaderos, los que hacían la selección en Inglaterra y tenían cosas que aquí jamás sonarían como "Spaceman" de Babylon Zoo, en 1997 había salido Now 4 que era bello, amarillo y con acetatos en la portada, el cual compré en cassette y retrocedí con un kilométrico cuando vine de vacaciones a Caracas. En ese viaje gasté todos mis ahorros en discos, y no me importaba porque de regreso llevaba en el bolso el Homogenic de Björk, el So far...The best of Sinêad O'Connor y el This Fire de Paula Cole, entre otros.

También le debo mucho a Puma Tv, a un programa español bello que pasaban por TVE y se llamaba "Música sí" el cual también hacía un conteo de los discos más vendidos en España y tenía invitados geniales, que hasta Cranberries cantó ahí. De esa forma viví los años más hermosos con la música, cuando no tenía obligaciones y me sobraba el tiempo, cuando me costaba conseguir un disco, lo escuchaba varias veces y al final me gustaba todo.

Así fui feliz unos tres años, hasta que un domingo en el 2000 me quedé con mis papeles hechos, La Mega nunca más volvió a transmitir el American Top 40, Puma Tv se convirtió en un canal rarísimo para luego desaparecer, los Now los empezaron a seleccionar en Estados Unidos y eran un asco, Música Sí también desapareció y yo dos años después me vine a Caracas, así que yo también soy de los noventa, de los late noventa pero yo los viví desde la inocencia del niño con walkman, como diría ese vallenato que sonaba en San Antonio: los caminos de la vidaaaaaaaa...

Pd. Semanalmente voy a estar haciendo mi very own top 40 con la música que me regaló esa época.









9



"So you little Italian devils, you want to know about love?
Saraghina will tell you.
If you want to make a woman happy, you lie on what you’re born with,
because it is in your blood"

Existe una delgada línea entre rendir tributo o profanar, y cuando se hace una película basada en un clásico de la cinematografía mundial, que dirigió uno de los directores eje del cine, hay que tener mucha más precaución. Tuve el placer de ver Nine, una de las películas que más ansiaba ver. Algunos días después de verla no estaba seguro si lo de Rob Marshall fue un tributo o una herejía, ahora, una semana después no lo tengo muy claro pero llegué a la conclusión de que Nine no es un remake, es una adaptación de una obra de teatro basada en 8 1/2 y para poder disfrutarla hay que deslastrarse de esa obra de arte en la que Federico Fellini reflejó su complejo mundo como director de cine.

Nine es una buena película, no es mala, está muy bien hecha, obviamente, si tienes el presupuesto como para filmar en los propios estudios de Cinecittá. En aspectos técnicos es una película impecable, la dirección de arte y el vestuario muy bien logrados. En fin, yo la disfruté, en dos o tres escenas incluso me emocioné, sin embargo, a Nine le falta algo, me quedé esperando que explotara los recursos oníricos que tenían a la mano con Fellini. Nine nos muestra a un Guido agobiado pero sin el hermoso caos con el que nos lo mostró Federico, sin sus movimientos de cámara continuos y sin sus diálogos superpuestos, sin esas miles de voces que susurraban en el hombro del personaje, el Guido de Nine puede llegar a ser visto de una manera muy superficial, incluso en algunas ocasiones pareciera que todo su bloqueo fuese mero capricho, cuando en realidad no es así. Los números musicales, por supuesto geniales, melodías pegajosas, aderezadas con la picardía y sobriedad de cada una de sus interpretes, a pesar de que las letras sean un poco ingenuas. Y sin embargo, en Nine hay una especie de vacío, un hoyo que debe sentir todo aquel que vaya a verla desde el punto de vista del Guido Fellinesco, aquél que en un primera escena aparece encerrado y desesperado trata de salir de su carro para luego volar. Tal vez me ganó la expectativa.

Pero sí, Nine me gustó, no entra dentro de mis películas favoritas pero vale la pena la ida al cine, siempre valdrá la pena con la persona de la butaca de al lado y su mirada exaltada, siempre. En 9 inusuales maneras Nine:

1-Si haces una película basada en una película del rey de la extravaganzza no me quites escenas claves tales como: la escena inicial y cuando Guido fantasea que tiene un harem y todas sus amantes se rebelan ante él.
2-A Sofia Loren la sacaron de la cámara criogénica donde la tenían (junto a Michael Jackson y Walt Disney) y la llevaron al set, le ordenaron que dijera 16 veces Guido, Caro mío guarda la luna y This is the Roma you created, that's it, con todo respeto para doña Sofia pero de resto parecía un maniquí más del área de vestuario.
3-Penélope Cruz, muy bella, muy pícara, muy acorde con su personaje pero una interpretación muy parecida ya la vimos en Vicky Cristina Barcelona, la extranjera con un inglés machucado y un sentido muy flexible de la moral, hasta un Oscar ya le dieron por eso como para que la nominen de nuevo. Y que de paso en esto de los premios ignoren a Judi Dench, impecable como siempre, en un personaje del cual todo espectador sale enamorado, y no sólo eso, Dame Judi Dench hasta demuestra que puede bailar y cantar. Lo siento Penélope pero esa nominación te vino en cestatickets.
4-Yo amo a Daniel Day-Lewis, como Guido no había mejor opción e incluso su acento italiano era bello pero JAMÁS debió cantar, estos son los momentos en que el doblaje se justifica, facilito hubiesen buscado un cantante italiano que allá sobran los que cantan bello.
5-Marion Cotillard hermosa y sobria como siempre, incluso el papelito de esposa engañada le queda bien, para luego explotar como bomba sexy. Su personaje (en 8 1/2 hermosamente interpretado por Anouk Aimeé) tiene una escena crucial dentro de la película, cuando en medio de la proyección de las audiciones se da cuenta que es un personaje más en la vida de su esposo, esta escena en la original tiene una carga emotiva tratada de forma más sutil y aquí queda todo a manera de "Mujeres con historia".
6-No importa lo que digan, yo amo a Nicole Kidman, pero por favor no más colágeno.
7-Kate Hudson es un respiro de aire fresco en la película, a pesar de tener solo 5 escenas: 3 en las que no habla, 1 en que dice tres líneas y 1 número musical, cada vez que sale ilumina la pantalla al mejor estilo de Goldie Hawn, cuyos genes le quedaron bellos.
8-No me mezcles las películas Rob Marshall!! No había necesidad de hacer referencias a La Dolce Vita, por mucho que sea de Fellini también, falta de respeto.
9-Aunque esto pueda sonar raro para algunos, la mejor parte de Nine, sin duda alguna, es la parte de Fergie como La Saraghina, así como Chicago se podía resumir en el Cell Block Tango, Nine se puede resumir en Be Italian. Estamos hablando de esta escena que representa el descubrimiento de la sexualidad, a manos de una mujer nada agraciada, una gorda que vive a orillas de la playa, incluso tuvieron la decencia de rodarla en el mismo lugar de la original, esta es la escena más fiel de toda la película, en ciertos momentos me pareció ver la escena de 1963. La canción tiene la fuerza como para promocionar la película, después de verla lo primero que quiero hacer es comprarme una pandereta.

Nine me gustó, pero siento que Rob Marshall como director ha sido sobrevaluado, lo mismo me pasó con Chicago, y mis respetos ante todo, en resumen, si no vieron 8 1/2 vayan a verla, si la vieron pero tienen la flexibilidad de soportar un remake vayan también pero si prefieren que no le toquen a su Fellini, ahórrense los realitos.



Beyond.



Todo puede llegar a ser arte, la cultura nos rodea, podemos encontrar lo bello en todo (de acuerdo en como se le mire), estamos ávidos de cultura, ávidos de información. Hace mucho dejamos atrás los conceptos clásicos del arte, de lo bello y lo estéticamente correcto, ya no asociamos lo bello con el concepto platónico de la idea, ni con el concepto del arte utilitario, tampoco la teoría medieval de lo bello como aquello que es reflejo de Dios y mucho menos la teoría Hegeliana de lo bello como reflejo de la naturaleza. A nosotros nos llegó el posmodernismo y nos borró esos conceptos, nos llegó Duchamp, nos llegó Ad Reinhardt, nos llegó John Cage, Matther Barney, Mapplethorpe, Diane Arbus, John Galliano, Magritte, y eso pasó a ser "last season".

Hoy en día el arte no se limita a museos, cines, teatros y centros culturales, podemos encontrar placer estético en casi cualquier rincón, de hecho ahora lo tenemos al alcance de la mano, desde que se inició la era cibernética podemos acceder a él a tan solo un click de distancia, antes de eso estaba la televisión que de por sí ya acortaba distancias y nos bombardeaba con información, pero ahora incluso podemos ser partícipes y espectadores semi-directos del arte gracias a youtube por ejemplo, yo nunca he ido al Louvre pero prácticamente podría tomar una visita guiada desde mi hogar.

No es extraño que ahora un comercial publicitario nos parezca bello, el diseño de algún mobiliario, un desfile de modas parezca una obra de teatro, o un traje de haute couture se ensamble mediante un control remoto, tampoco es raro que encontremos belleza en la violencia o la cotidianidad, ahora un video musical puede llegar a tener la calidad estética de una película y de las buenas, en el arte ya nos es casi imposible etiquetar ¿En que corriente artística posicionamos algo que es cine, fotografía, teatro y música a la vez? Tampoco es extraño que grandes y laureados directores de cine dirijan comerciales para la televisión, o que diseñadores de moda salten a dirigir una película y de paso les quede bella, que un arquitecto o un diseñador industrial sea el director de arte de un filme, que una actriz cante o que una cantante punk sea también una soprano. A medida que se ensanchan los parámetros del asombro van naciendo nuevas formas de romper con ellos.

Yo estoy muy contento de la era en que nací, a pesar de que hubiese querido nacer a mediados de los setenta y vivir mi adolescencia en los ochenta, pero ahora tengo la libertad de decir que algo me gusta sin tener que explicar el por qué, o me gusta o no, hemos adoptado el arte como subjetivo, obvio que aún utilizamos los conceptos técnicos pero algo que me perturba me puede parecer bello solamente por el hecho de sensibilizarme, mejor aún tengo la libertad de consumirlo sin límites, sin reservas y al alcance de mi mano, el arte se consume, es un producto y ahora, para nuestra satisfacción, tenemos muchos supermercados culturales.





Wether you like it or not.



"It is clear that I must find my other half. But is it a he or a she? What does this person look like? Identical to me? Or somehow complimentary? Does my other half have what I don't? Did he get the looks? The luck? The love? Were we really separated forceably or did he just run off with the good stuff? Or did I? Will this person embarass me? What about sex? Is that how we put ourselves back together again? Or can two people actually become one again?"

-Hedwig-

Ser gay está de moda. Eso a veces me molesta, parece que se hubiese convertido en un grito de rebeldía disfrazado de búsqueda de identidad. Yo soy gay y siempre he pensado que más que una inclinación sexual, la homosexualidad es una identidad, una religión,una cultura, un credo, producto de diversos elementos. Capaz uno nace gay (tal y como estaban investigando en Suiza o como el niño de "Ma vie en rose") pero no se puede negar que el entorno familiar y social, el período de descubrimiento sexual durante la infancia e incluso el entorno cultural o experiencias traumáticas pueden influir en la sexualidad. Pero no, ser gay es trendy, o al menos ser multitasking.

El movimiento Queer nace en las calles de Nueva York a finales de los 80 y principios de los 90, como respuesta de las discriminaciones hacia los homosexuales, su estandarte principal era oponerse a las diversas agresiones (físicas, verbales, psicológicas) a los que se veían expuestos los homosexuales, a su vez estaba en contra de las etiquetas sexuales impuestas en la sociedad: heterosexual, homosexual, hombre, mujer, esposo, esposa. En otras palabras, como dijo Morrissey, que el ser humano no debería declararse como heterosexual u homosexual, simplemente "sexual".

El movimiento Queer tratando de darle un espacio a los homosexuales dentro de la sociedad, proponía la igualdad y el orgullo, rompiendo los esquemas y las limitantes que le impedían al homosexual tomar una posición activa dentro de su entorno social, cultural, político, étnico, religioso y demás. A su vez, y posiblemente como resultado de tantos años de discriminación, se oponían a ciertos elementos determinantes de la sociedad, como el concepto de "familia", lo que tal vez haya hecho que el movimiento en cierta forma se resquebrajara, alejando adeptos en vez de ganarlos. Sin embargo, ahora en pleno siglo XXI y en lo que va de la primera década, la homosexualidad goza de una mayor aceptación y entendimiento (a menos que seas afgano) aunque aún queden gigantes rastros de intolerancia, discriminación y tabú.

Hedwig & the Angry Inch (2001) es una película del actor/director estadounidense John Cameron Mitchell, quien más tarde se daría a conocer mundialmente por su película "Shortbus". Esta, su ópera prima, no gozó de la publicidad de su sucesora pero fue alabada por la crítica e incluso el gremio, otorgándole a Cameron Mitchell una nominación al Globo de Oro como Mejor Actor en una comedia o musical y varios premios en el Festival de Sundance, entre otros. Aunque pareciera a simple vista una película del New Queer Cinema, llena de maquillaje, glam y travestismo, Hedwig es mucho más que eso, una ópera rock que encierra una curiosa visión de un ser humano obligado a tomar medidas extremas para sobrevivir, una búsqueda constante de sueños, un retrato de un personaje cuya sociedad, familia, música y entorno político influyeron en su identidad sexual, buscándose siempre a sí mismo y a los demás, buscando para aceptarse.

Para empezar Hedwig nace en Alemania Oriental el mismo año que erigen el muro de Berlín, hijo de una alemana un poco inestable y un soldado americano creció en la parte socialista del país, limitado de muchas cosas durante su crecimiento decide buscar refugio en una emisora americana, escuchando a los íconos del glam rock y el pop, siendo así David Bowie, Iggy Pop, Nico, entre otros, los amigos imaginarios del pequeño. Obviamente durante su crecimiento se vio de cara a posturas políticas, fenómenos y limitaciones sociales, creencias religiosas, figuras andróginas, problemas familiares, abusos sexuales, haciendo que se encapsulara más y más en sus ídolos, y formando su inclinación sexual. Hedwig es gay, es gay desde chiquito pero no decide ser transexual, durante su adolescencia conoce a un soldado americano, que confundiéndolo con una mujer se enamora de él y más tarde le propone matrimonio, sólo que para sacarlo de Alemania Oriental debe "lucir completamente como una" así que deberá prescindir de una pequeña parte de su cuerpo, convencido por su novio y con la ayuda de su madre (movida por el interés de salir de Alemania también) decide quitarse esa parte de sí, quedando con un pequeño residuo al que él llama "the angry inch".

De esta manera nos encontramos con un Hedwig adulto, un Hedwig homosexual pero transexual a juro, transexual por la necesidad de salir de su país, por buscar el amor y la libertad, perdiéndolos luego, y así decide buscarse a si mismo en un mundo decadente y onírico, rodeado de personajes movidos por situaciones extremas como él, discriminados y desesperados como él. Hedwig es pasional, tiene una teoría curiosa y mitológica de la sexualidad, no es un héroe, es el niño que escuchaba canciones rock en un radio am con la cabeza metida en el horno de la cocina, convertido en mujer ahora. Hedwig cree en el matrimonio aunque descubre después que es sólo una institución, cree en la sociedad aunque le de la espalda, se aferra a los sentimientos aunque sea traicionado, cree en la religión aunque no lo acepte, en la justicia aunque tenga que buscarla con sus propias manos y en el amor aunque parezca no conseguirlo, sobre todo cree en sí mismo aunque no sepa si es hombre o mujer, y siempre se busca, aunque su verdadero ser esté escondido bajo las pelucas y el maquillaje.

Este es el verdadero Movimiento Queer, el que no busca una identidad sexual, sino una identidad humana. Así les guste o no.





Pleasantville.


El pasado 29 de Noviembre se inauguró en los Espacios de Arte Contemporáneo Los Galpones la muestra "La experiencia sensorial del color" del artista cinético venezolano Carlos Cruz-Diez, la cual se podrá apreciar hasta finales de Enero de 2010.

Esta exposición experimental y de ánimo lúdico propone la eliminación del marco para dar paso a un nuevo campo espacial y de percepción junto con la inclusión del espectador dentro de la obra, haciendo una experiencia cromática personal.

Cruz-Diez con esta muestra nos trata de colorear cual Pleasantville, se presenta dentro el marco del II Festival Encuentro de Artes España-Venezuela, junto con otras muestras, dentro de las cuales se incluye la Gala Lírica con la Filarmónica.

Así que vayamos a que Cruz-Diez nos pinte de colores.



Make playlist not war.



Cada vez que veo la escena final de "The Killing Fields" (traducida caprichosamente en Latinoamérica como "Los Gritos del Silencio") lloro desconsoladamente, de hecho acabo de llorar mientras buscaba el video en youtube. Recuerdo haberla visto como a los seis o siete años, haberla visto con mi papá porque es su película favorita, haberla visto en su cine millonario por Venevisión y en total estreno, pensar en mi mente infantil que aún absorbía los conceptos de "amistad" el por qué estos dos hombres se querían tanto y obviamente de fondo sonaba Imagine de John Lennon.

Este 8 de Diciembre se cumplen 29 años de la muerte de John Lennon, Beatle icónico del pacifismo, asesinado a manos del fanático Mark David Chapman, quien influenciado por la obra icónica de la rebeldía adolescente "The Catcher in the Rye" y tras haber escuchado "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" decidió darle muerte, hecho por el cual se manifiesta arrepentido 29 años después.

En vísperas de esta lamentable pérdida, la Fundación Cinemateca Nacional organiza este mes dentro de su programación un ciclo titulado "Un canto por la Paz" que se estará proyectando en sus salas del Museo de Bellas Artes y el Celarg respectivamente. Dentro de este ciclo se podrán apreciar tres clásicos del cine, de corte pacifista y conectados a través de la música. Estas tres Óperas-Rock influenciaron en la década de los setenta a una generación, cuya bandera era la música y se oponía a la situación bélica por la cual atravesaba el plano social mundial, hechos como Vietnam opacaban la estabilidad de una sociedad mientras que los adolescentes se refugiaban tras un manifiesto musical entre guitarras y psicodelia. Los títulos que se proyectarán son: Imagine dirigida por Steve Gebhart junto con los propios Lennon y Yoko Ono, el documental Woodstock de Michael Wadleigh y The Strawberry Statement, drama que refleja los maltratos a los estudiantes americanos durante las manifestaciones de paz dirigida por Stuart Hagmann.

Pareciera irónico que en la situación actual de nuestro país, donde vivímos en tensa calma, aterrados algunas veces de salir a la calle o manifestar nuestras ideologías y en el mismo país donde los estudiantes protagonizan huelgas de hambre, su Universidad Central recibe el mismo presupuesto anual que viene recibiendo hace cuatro años y sus profesores ganan una miseria, se organicen ciclos como este, sin embargo, es hermoso que en medio de todo este caos la música sea una de las pocas cosas a las cuales aferrarnos, es como escuchar música en el metro a horas pico. Hace poco encontré una foto de una manifestación no sé donde, se leía en una pancarta "Make playlist not war!" me pareció re-bello eso de regalar música en vez de armas, recordé a Jem and the Holograms que combatía el crimen y tenía una banda de rock, decidí que sería mi nueva heroína favorita y que le daría a mi amiga Fabiola el playlist que le debo desde hace cuatro años.

Get Playlist Jiugo Chávez!!!!!!