That's what I call music.


Cuando yo era chiquito, tenía 11 años, corría el año de 1997 y vivía en San Antonio del Táchira, en el mundo musical pasaban cosas hermosas y las emisoras en mi pueblo perdían el tiempo poniendo vallenatos. Para mi fortuna, y antes de morir de inanición musical, apareció en el dial fronterizo la Mega de Cúcuta, que si bien, durante la semana era medio malaza, porque si te ponían Aerosmith, luego eran capaces de lanzarte Mickey Taveras, sin embargo los domingos a las 6 pm hacían una transmisión del "American Top 40", yo con el poquito inglés que machucaba y había aprendido de manera autodidacta, conocí a un gentío y era feliz durante las cuatro horas que duraba el programa.

El American Top 40 era como mi Where the wild things are, era saber que había un mundo fuera de los 40.000 habitantes de San Antonio y que cuando lograra salir de ahí me iba a ir escuhando mejor música que los 39.999 restantes. Además tenía rituales, me ponía los audífonos para entender mejor, para que no me molestaran, había hecho mis tareas desde el sábado para estar desocupado, tenía cuatro hojas de papel en las que había anotado la fecha, las había numerado y anotaba semana por semana las canciones que estaban dentro del chart, con sus respectivas simbologías de cuales subían, cuales bajaban, cuales entraban y cuales se mantenían en el mismo lugar.

Para esa misma época existían también los discos "Now. That´s what I call music", pero los verdaderos, los que hacían la selección en Inglaterra y tenían cosas que aquí jamás sonarían como "Spaceman" de Babylon Zoo, en 1997 había salido Now 4 que era bello, amarillo y con acetatos en la portada, el cual compré en cassette y retrocedí con un kilométrico cuando vine de vacaciones a Caracas. En ese viaje gasté todos mis ahorros en discos, y no me importaba porque de regreso llevaba en el bolso el Homogenic de Björk, el So far...The best of Sinêad O'Connor y el This Fire de Paula Cole, entre otros.

También le debo mucho a Puma Tv, a un programa español bello que pasaban por TVE y se llamaba "Música sí" el cual también hacía un conteo de los discos más vendidos en España y tenía invitados geniales, que hasta Cranberries cantó ahí. De esa forma viví los años más hermosos con la música, cuando no tenía obligaciones y me sobraba el tiempo, cuando me costaba conseguir un disco, lo escuchaba varias veces y al final me gustaba todo.

Así fui feliz unos tres años, hasta que un domingo en el 2000 me quedé con mis papeles hechos, La Mega nunca más volvió a transmitir el American Top 40, Puma Tv se convirtió en un canal rarísimo para luego desaparecer, los Now los empezaron a seleccionar en Estados Unidos y eran un asco, Música Sí también desapareció y yo dos años después me vine a Caracas, así que yo también soy de los noventa, de los late noventa pero yo los viví desde la inocencia del niño con walkman, como diría ese vallenato que sonaba en San Antonio: los caminos de la vidaaaaaaaa...

Pd. Semanalmente voy a estar haciendo mi very own top 40 con la música que me regaló esa época.









9



"So you little Italian devils, you want to know about love?
Saraghina will tell you.
If you want to make a woman happy, you lie on what you’re born with,
because it is in your blood"

Existe una delgada línea entre rendir tributo o profanar, y cuando se hace una película basada en un clásico de la cinematografía mundial, que dirigió uno de los directores eje del cine, hay que tener mucha más precaución. Tuve el placer de ver Nine, una de las películas que más ansiaba ver. Algunos días después de verla no estaba seguro si lo de Rob Marshall fue un tributo o una herejía, ahora, una semana después no lo tengo muy claro pero llegué a la conclusión de que Nine no es un remake, es una adaptación de una obra de teatro basada en 8 1/2 y para poder disfrutarla hay que deslastrarse de esa obra de arte en la que Federico Fellini reflejó su complejo mundo como director de cine.

Nine es una buena película, no es mala, está muy bien hecha, obviamente, si tienes el presupuesto como para filmar en los propios estudios de Cinecittá. En aspectos técnicos es una película impecable, la dirección de arte y el vestuario muy bien logrados. En fin, yo la disfruté, en dos o tres escenas incluso me emocioné, sin embargo, a Nine le falta algo, me quedé esperando que explotara los recursos oníricos que tenían a la mano con Fellini. Nine nos muestra a un Guido agobiado pero sin el hermoso caos con el que nos lo mostró Federico, sin sus movimientos de cámara continuos y sin sus diálogos superpuestos, sin esas miles de voces que susurraban en el hombro del personaje, el Guido de Nine puede llegar a ser visto de una manera muy superficial, incluso en algunas ocasiones pareciera que todo su bloqueo fuese mero capricho, cuando en realidad no es así. Los números musicales, por supuesto geniales, melodías pegajosas, aderezadas con la picardía y sobriedad de cada una de sus interpretes, a pesar de que las letras sean un poco ingenuas. Y sin embargo, en Nine hay una especie de vacío, un hoyo que debe sentir todo aquel que vaya a verla desde el punto de vista del Guido Fellinesco, aquél que en un primera escena aparece encerrado y desesperado trata de salir de su carro para luego volar. Tal vez me ganó la expectativa.

Pero sí, Nine me gustó, no entra dentro de mis películas favoritas pero vale la pena la ida al cine, siempre valdrá la pena con la persona de la butaca de al lado y su mirada exaltada, siempre. En 9 inusuales maneras Nine:

1-Si haces una película basada en una película del rey de la extravaganzza no me quites escenas claves tales como: la escena inicial y cuando Guido fantasea que tiene un harem y todas sus amantes se rebelan ante él.
2-A Sofia Loren la sacaron de la cámara criogénica donde la tenían (junto a Michael Jackson y Walt Disney) y la llevaron al set, le ordenaron que dijera 16 veces Guido, Caro mío guarda la luna y This is the Roma you created, that's it, con todo respeto para doña Sofia pero de resto parecía un maniquí más del área de vestuario.
3-Penélope Cruz, muy bella, muy pícara, muy acorde con su personaje pero una interpretación muy parecida ya la vimos en Vicky Cristina Barcelona, la extranjera con un inglés machucado y un sentido muy flexible de la moral, hasta un Oscar ya le dieron por eso como para que la nominen de nuevo. Y que de paso en esto de los premios ignoren a Judi Dench, impecable como siempre, en un personaje del cual todo espectador sale enamorado, y no sólo eso, Dame Judi Dench hasta demuestra que puede bailar y cantar. Lo siento Penélope pero esa nominación te vino en cestatickets.
4-Yo amo a Daniel Day-Lewis, como Guido no había mejor opción e incluso su acento italiano era bello pero JAMÁS debió cantar, estos son los momentos en que el doblaje se justifica, facilito hubiesen buscado un cantante italiano que allá sobran los que cantan bello.
5-Marion Cotillard hermosa y sobria como siempre, incluso el papelito de esposa engañada le queda bien, para luego explotar como bomba sexy. Su personaje (en 8 1/2 hermosamente interpretado por Anouk Aimeé) tiene una escena crucial dentro de la película, cuando en medio de la proyección de las audiciones se da cuenta que es un personaje más en la vida de su esposo, esta escena en la original tiene una carga emotiva tratada de forma más sutil y aquí queda todo a manera de "Mujeres con historia".
6-No importa lo que digan, yo amo a Nicole Kidman, pero por favor no más colágeno.
7-Kate Hudson es un respiro de aire fresco en la película, a pesar de tener solo 5 escenas: 3 en las que no habla, 1 en que dice tres líneas y 1 número musical, cada vez que sale ilumina la pantalla al mejor estilo de Goldie Hawn, cuyos genes le quedaron bellos.
8-No me mezcles las películas Rob Marshall!! No había necesidad de hacer referencias a La Dolce Vita, por mucho que sea de Fellini también, falta de respeto.
9-Aunque esto pueda sonar raro para algunos, la mejor parte de Nine, sin duda alguna, es la parte de Fergie como La Saraghina, así como Chicago se podía resumir en el Cell Block Tango, Nine se puede resumir en Be Italian. Estamos hablando de esta escena que representa el descubrimiento de la sexualidad, a manos de una mujer nada agraciada, una gorda que vive a orillas de la playa, incluso tuvieron la decencia de rodarla en el mismo lugar de la original, esta es la escena más fiel de toda la película, en ciertos momentos me pareció ver la escena de 1963. La canción tiene la fuerza como para promocionar la película, después de verla lo primero que quiero hacer es comprarme una pandereta.

Nine me gustó, pero siento que Rob Marshall como director ha sido sobrevaluado, lo mismo me pasó con Chicago, y mis respetos ante todo, en resumen, si no vieron 8 1/2 vayan a verla, si la vieron pero tienen la flexibilidad de soportar un remake vayan también pero si prefieren que no le toquen a su Fellini, ahórrense los realitos.