Ignorance is Bliss.


En un post anterior hablaba de como me resultaba más difícil sorprenderme a medida que pasa el tiempo, que voy leyendo, escuchando, palpando, mirando arte. Es una posición bastante nostálgica a decir verdad, a veces me encuentro rememorando como antes no podía divisar la línea imaginaria entre la realidad y la obra de arte, ahora esa línea es una persiana que puedo abrir y cerrar a mi antojo, y lamentablemente, mi curiosidad es demasiado morbosa, por lo cual, pasa la mayor parte del tiempo, abierta.

Recuerdo que antes la relación con una obra era mucho más simple, "o me gusta, o no me gusta", era mucho más factible que me gustara, imagino que estaba más ávido de información y a la vez no manejaba ciertos códigos estéticos y estilismos, solía vivir felizmente en mi ignorancia y el único precio que tenía que pagar por eso era, el asombro.

Cuando yo era niño amaba a Sinead O'Connor porque era calva, me parecía un símbolo máximo de rebeldía, no sabía el trasfondo social ni religioso que había detrás de sus canciones y sus conciertos, amaba que cantara una balada llorando y que fuera calva, por esa simple razón. Ahora la amo aún más, pero sé que tuvo miles de relaciones fallidas, que era una niña problema, unos dos abortos, se peleó con la iglesia católica (rompió en televisión nacional americana una foto del papa), luego se metió a sacerdotisa pero se salió porque no podía con el celibato, después se reconcilió de nuevo con la religión y hasta sacó un disco de salmos, odió la canción que la hizo mundialmente famosa y al que la compuso (Prince), lo cual me hizo amarla más porque yo ODIO a Prince y me parece que jamás debió grabar un disco. Entonces ahora que conozco todo el entorno socio-cultural de la irlandesa en cuestión puedo entender el por que me gusta y cada vez me gusta más, a pesar de que el mainstream la haya olvidado, aunque a ella no le importe, y a mí me importe mucho menos.

Hay casos opuestos, por ejemplo, yo antes disfrutaba mucho más ir al cine, para mí era un encuentro mágico, era ir a ver por un huequito la vida y perspectiva de alguien (el personaje principal, por así decirlo), si veía un drama lloraba a mares esa noche en mi cama antes de dormirme, si era una película de acción saliá pensando que era un héroe y que, en cierta forma, era partícipe de la historia de la película, sí la película era sobre una catástrofe mundial, salía con miedo de la sala, pensando que el mundo se acababa esa misma noche o que era muy probable que un meteorito chocara con nosotros o que hubiesen tornados en San Antonio del Táchira. Ahora, en cambio, estoy atento de todos los aspectos técnicos, que si la dirección de arte está muy bien lograda, o que la fotografía es hermosa, que si el vestuario es adecuado y refleja las características de la época o el personaje y la película termina siendo para mí eso...una película, con un grupo de gente detrás de ella que se encargaba de esto o aquello y sobre todo, detrás de ella hay un GUIÓN, nada de lo que pasó ante mis ojos es real; afortunadamente soy hiper sensible y al menos aún lloro.

Ingresé en la Escuela de Artes después que vi Dancer in the Dark de Lars Von Trier, al salir del cine me dije "Ahora sabes lo que debes estudiar, porque las matemáticas no se te dan, tu eres de placeres estéticos Israel". Hace poco la volví a ver como por enésima vez, aún la amo, siempre la amaré y le estaré agradecido pero le conseguí uno que otro error en las escenas de baile, me dí cuenta que una de las canciones me parece hiper cursi y recordé que en una de las películas de Von Trier se veía un boom, y que en esta de seguro había uno pero bien escondidito del cuadro focal.

Ahora, ocho años después, sé que Björk y Lars Von Trier se odiaron, que incluso ella se escapó durante tres días del rodaje porque no podía con la forma en que era tratada, que Catherine Deneuve no soportaba las peleas entre ellos, que originalmente el papel de Deneuve estaba pensado para una afroamericana, y sobre todo, que Von Trier tuvo una etapa de bloqueo, en la que no le salía nada para escribir porque estaba deprimido y, en cierta forma, decepcionado del cine, en otras palabras, es un ser humano.

Todo eso hace que ame más a Dancer in the Dark, sólo que ya no me como el cuento de que Selma Jezkova fue ahorcada por haber prometido guardar hasta la muerte el secreto de su amigo. Para bien o para mal, el conocer el contexto de una obra te abre un mundo de posibilidades cognitivas, aunque el precio que cobre sea la pérdida de la "magia".

Como diría Sinead:

"Don't you ever lie to me again
because if you do
I will not be you friend"




3 comentarios:

Neemzha dijo...

Idem!

Yo nunca pierdo la sorpresa ante ciertas piezas... de hecho, me gusta caminar desde Parque Central, pasar por el antìguo ateneo (extra;ando ese cafè con sofàs que tenìa en sus entra;as) caminar hasta la plaza Los Museos y oler arte, mirar a los grafiteros tramar algo... ver que pelìcula hay en la cinemateca solo por aparentar porque siempre entro a ver cualquiera... elijo la de las seis aunque siempre llegue temprano para quedarme dando vueltas en la obra de Soto por un buen rato, pero nunca es suficiente tiempo...


Si dejara de sorprenderme, perderìa como creadora el disfrutar todo lo lùdico en el arte; en su proceso de creaciòn como me recuerda siempre el profe Lino Rojas: la pintura, la escultura es solo lo que queda de una acciòn.

Ahora siento que lo veo todo desde diferentes perspectivas sin perder ninguna, cuando veo una pelicula me fijo igual en la fotografìa, en el guiòn, imagino como lo hicieron y en algunos casos como debieron haberselo gozado y aun asì me cuesta tanto volver a la realidad luego de salir del cine... no se cuantos dìas pasè digiriendo Dogville, por ejemplo, soy lo suficientemente sensible para no querer verla mas nunca jejeje

Te invito a que pases por la cinemateca (una media hora antes) a ver algo, lo que sea... las ultimas veces me tocò un documental: La sal en Araira jejeje y Macu la mujer del policia, no me pude sacar de la cabeza como pronunciaban: Macu! como por una semana. Tambien te invito a ver los cortos de Lynch, si no los has visto, a ver si no te afecta!

Peter Pan dijo...

Jajajajajajajaja es super curioso que me escribas esto, yo trabajo para la Cinemateca, viví en Parque Central durante cinco años (recién me mudé) y solía hacer todo eso que me describías, cuando vengas podemos hacer un tour.

Neemzha dijo...

jejejejeje cuantas veces habras visto macu o a mi por ahi...

Publicar un comentario